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Javier Gomá Lanzón

Me ha parecido que el primero de agosto, día de inicio de las vacaciones para muchos, es una buena fecha para dar a conocer públicamente la existencia de este blog, hasta hoy en pruebas. Como las semanas venideras darán probablemente poco contenido a las cuatro secciones de que se compone, su puesta en funcionamiento puede ser progresiva, lenta y suave. 

No tenía pensamiento alguno de crear un blog, pero me convencieron amigos y compañeros de trabajo con el argumento de que la wikipedia ofrecía una mala información de mi biografía y de mi literatura, y que los procedimientos para mejorarla estaban desgraciadamente truncados por unas reglas muy rígidas de edición, interpretadas por unos celadores poco colaboradores, incluso antifuncionales. Abrir un lugar como éste significa, por tanto, liberarme de esas restricciones, tomar posesión de una información que me concierne principalmente a mí y cuidar de que esté siempre completa y actualizada para ponerla a disposición del potencial interesado.

El blog ofrece tres pestañas: la segunda, "bio-bibliografía", proporciona algunos datos básicos de mi biografía y el listado completo de mis libros. La tercera, "contacto", abre una plantilla preparada para enviar un correo electrónico.

La pestaña más dinámica y viva es la primera: "mi blog". Se trata de un menú con cuatro secciones. Al entrar en cada una de ellas, el usuario se encuentra con una breve explicación de su razón de ser. "Una vida que discurre" registra anotaciones que escribo sugeridas por la espuma de los días, por así decir; "Mi firma" colecciona cuanto escribo o digo para el público; "Opinión pública" es un almacén de lo que otros dicen o escriben sobre mi obra, aunque en esto caso no excluye material distinto que desee compartir; el último, "Agenda", convoca a los actos públicos futuros en los que he sido invitado a participar.

El dominio es mi nombre y apellido, pero el blog tiene un título propio, "Discurso de mi vida", sintagma que, como he explicado en otro sitio, me es especialmente grato porque admite leerse de dos maneras distintas, objetiva y subjetiva: como razonamiento teórico que tiene por objeto la vida y como la vida misma que discurre, semejante al agua que corre. En suma, meditación de la vida y vida que fluye en una única fórmula. Continuando con el juego, he llamado "Una vida que discurre" a la sección que contiene las anotaciones que me van brotando caprichosamente mientras pasa el tiempo.

El blog no nace con grandes aspiraciones, si bien tampoco las excluye, como es esperable en alguien cuyo (imaginado) escudo de armas lleva grabada una divisa que ahora preside la portada del blog: "Lo quiero todo".