Publicado en El Mundo, en la columna Mayoría selecta, el 27 de julio de 2025.

Javier Gomá Lanzón
Irse de vacaciones significa dejar el trabajo y desplazarse a otro lugar para disfrutar del ocio. Durante unas semanas excepcionales nos es dado suspender la ley de la necesidad a la que nos sometemos normalmente y recuperar la libertad para tomar posesión de nosotros mismos. Este irse estacional es escuela de otro permanente. La realidad es ese lugar de los lugares donde es necesario estar para hacer algo de provecho: ningún bien puede conseguirse sin contar con ella. Pero, aunque imprescindible, nos resulta demasiado seria y, a la larga, se comporta como un amo que nos esclaviza, por lo que, para ser libres, el arte de vivir recomienda tomarse regularmente vacaciones de realidad: el sueño, la risa redentora, la deportividad, el amor al juego, la meditación, la amistad o la fiesta. Artista de la vida es quien sabe estar e irse en la proporción adecuada todas las estaciones del año.